Bebiendo de referentes como «Parásitos» de Bong Joon Ho, «Gosford Park» de Robert Altman e incluso «Viridiana» de Luis Buñuel, esta última cena que nos plantea «El menú» (The menu) de Mark Mylod resulta de lo más sabrosa, una mezcla de géneros y de ingredientes que acaba siendo un relato cargado de simbolismos sobre el mundo en el que vivimos.
Con un guion original de Seth Reiss y Will Tracy, «El menú» es comedia negra, thriller de suspense y sátira social a partes iguales y bien dosificadas a lo largo de sus muy entretenidos 107 minutos de duración. Propuesta especialmente recomendable para amantes del teatro y de la gastronomía, la película convierte un restaurante de lujo en el escenario de una función donde los propios comensales son parte importante de la escenografía y donde los sucesivos platos de degustación cuentan una historia donde ellos y ellas son también los sorprendidos personajes protagonistas.
A sus 59 años de edad y tras más de 80 papeles a sus espaldas en el cine, el gran actor inglés Ralph Fiennes —inolvidable en títulos como «La lista de Schindler», «El paciente inglés» y «El jardinero fiel», entre muchos otros— es un enorme aval a nivel interpretativo y borda su papel como el obsesivo chef que decide darles la lección de sus vidas a un selecto grupo de clientes que asisten a una cena muy especial para probar un menú absolutamente sorprendente.
Le acompañan con desigual fortuna Anya Taylor-Joy, Nicholas Hoult, John Leguizamo y un reparto coral que se divide en dos bandos claramente diferenciados: quienes sirven y quienes comen, es decir, quienes dan y quienes reciben, reflejo de la distinción de clases donde unos trabajan y sufren para intentar satisfacer a otros que jamás van a tener suficiente, aquellos que, como le susurra al oído Hong Chau a uno de los privilegiados clientes, comen menos de lo que desean, pero más de lo que merecen.
Rodeados de lujo y apariencia, en un magnífico restaurante de diseño rematado con un gran ventanal de cristal que crea ilusión de libertad pese a permanecer encerrados, este retrato mordaz de una sociedad egoísta y voraz que engulle en lugar de saborear y que interpreta en lugar de vivir, nos muestra que la autenticidad es el único camino posible para la salvación.
El planteamiento de «El menú» es sobresaliente y la calidad de su elaboración es de notable alto, con especial mención a una fotografía y un diseño de producción de alta escuela. Cocinado a fuego lento, con un verdadero artista tras las cámaras y con mayor profundidad en el tratamiento de la historia y de los personajes, habría podido ser una obra maestra, pero aun así ha quedado un plato exquisito para pasar un rato estupendo y eso es mucho más que suficiente para recomendarles que no duden en darle el gusto a sus paladares cinéfilos con esta película altamente disfrutable.
Valoración: 7/10.
